POR REYNALDO BRITO
El Nacional
Panteones que guardan restos de miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional y otros han sido saqueados por vándalos que roban las puertas de hierro y las letras de bronce que identificaban estos sepulcros en el cementerio de la Máximo Gómez.
Se pudo comprobar que fue robado el fusil que tenía la estatua en la fachada del Panteón de las Fuerzas Armadas. Otras tumbas han sido despojadas de sus puertas de hierro.
"La situación es incontrolable y hemos tenido que recurrir a pagar vigilantes para cuidarlas", dijo Rosa Digna Mieses Grullón cuando limpiaba en el panteón de su familia.
La situación en más grave, porque los ataúdes con restos de difuntos son sacados para robar sus cadáveres y venderlos. Es por eso que familiares pagan a cuidadores que vigilan los sepulcros. El cementerio no tiene vigilancia y como se pudo comprobar el área es muy extensa para los cuatro policías municipales que hacen guardia.
Miembros del Sindicato de Trabajadores del Cementerio Nacional explicaron que la gente cree que son ellos quienes hacen esas fechorías. "Al contrario, nosotros vigilamos las áreas", dijo uno que trabajaba preparando cruces y lápidas.
Recomendó visitar las tumbas y panteones de sus difuntos en compañía de familiares ante la escasa vigilancia en el lugar. "Nosotros hemos tenido que comprar armas de fuego para defendernos de los ladrones que azotan aquí". Justifico el cobro a los deudos, que van entre RD$1,000 y 1,500 cada tres meses. "Algunas veces ni les cobramos porque no vienen más".
En ese cementerio descansan héroes, mártires, artistas, deportistas y gente simple. Sus familiares ven cómo los graffitis, letreros, suciedad, la basura y el descuido se ensañan combinados con las acciones de delincuentes juveniles que convierten en macabro este camposanto. Es la realidad insoportable y las autoridades no hacen nada, o muy poco.
Ayer El Nacional informó que desconocidos habían robado de nuevo la espada de la estatua ecuestre de Máximo Gómez, héroe militar de la independencia de Cuba.
A la estatua de Máximo Gómez no sólo le robaron la espada, sino, también las bridas del caballo, los estribos y dos placas de bronce colocadas en la base donde está colocado el caballo.
El Nacional
Panteones que guardan restos de miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional y otros han sido saqueados por vándalos que roban las puertas de hierro y las letras de bronce que identificaban estos sepulcros en el cementerio de la Máximo Gómez.
Se pudo comprobar que fue robado el fusil que tenía la estatua en la fachada del Panteón de las Fuerzas Armadas. Otras tumbas han sido despojadas de sus puertas de hierro.
"La situación es incontrolable y hemos tenido que recurrir a pagar vigilantes para cuidarlas", dijo Rosa Digna Mieses Grullón cuando limpiaba en el panteón de su familia.
La situación en más grave, porque los ataúdes con restos de difuntos son sacados para robar sus cadáveres y venderlos. Es por eso que familiares pagan a cuidadores que vigilan los sepulcros. El cementerio no tiene vigilancia y como se pudo comprobar el área es muy extensa para los cuatro policías municipales que hacen guardia.
Miembros del Sindicato de Trabajadores del Cementerio Nacional explicaron que la gente cree que son ellos quienes hacen esas fechorías. "Al contrario, nosotros vigilamos las áreas", dijo uno que trabajaba preparando cruces y lápidas.
Recomendó visitar las tumbas y panteones de sus difuntos en compañía de familiares ante la escasa vigilancia en el lugar. "Nosotros hemos tenido que comprar armas de fuego para defendernos de los ladrones que azotan aquí". Justifico el cobro a los deudos, que van entre RD$1,000 y 1,500 cada tres meses. "Algunas veces ni les cobramos porque no vienen más".
En ese cementerio descansan héroes, mártires, artistas, deportistas y gente simple. Sus familiares ven cómo los graffitis, letreros, suciedad, la basura y el descuido se ensañan combinados con las acciones de delincuentes juveniles que convierten en macabro este camposanto. Es la realidad insoportable y las autoridades no hacen nada, o muy poco.
Ayer El Nacional informó que desconocidos habían robado de nuevo la espada de la estatua ecuestre de Máximo Gómez, héroe militar de la independencia de Cuba.
A la estatua de Máximo Gómez no sólo le robaron la espada, sino, también las bridas del caballo, los estribos y dos placas de bronce colocadas en la base donde está colocado el caballo.
PIE DE FOTO.-Los frecientes robos y la profanación de tumbas en el cementerio de la avenida Máximo Gómez sn el pan nuestro de cada día. Desconocidos destruyeron hasta el brazo derecho a la estatua de un soldado, en el panteón de las Fuerzas Armadas, para robarle la réplica metálica de fusil que sostenía. El Nacional/Reinaldo Brito
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